Oración de la Mañana – Jueves 18 de Septiembre de 2025
Oración de la Mañana
Querido Dios, gracias por llevarme hasta el final de este día. He superado todo lo que intentó detenerme hoy y estoy profundamente agradecido. Al prepararme para descansar, suelto todas las cargas que llevé durante la jornada. Pongo en tus manos cada pensamiento negativo, cada momento de frustración y cada preocupación. Aunque sé que día tras día me muestras tu fidelidad, a veces me cuesta ver la luz. Gracias por venir a este mundo como la luz que ilumina mi camino, para que nunca más tenga que vivir en la oscuridad. Que tu luz brille en cada parte de mi ser mientras duermo esta noche. Que tu presencia llene mi habitación y me regale una paz que pueda sentir mientras descanso. Dale a mi cuerpo el reposo que necesita para que despierte con pensamientos positivos, enfoque y una paz que no se agota. Te entrego esta noche, en el nombre de Jesús. Amén.
“Por tanto, no nos desanimamos. Aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día.”
— 2 Corintios 4:16
Gracias, Señor, por este nuevo amanecer y por el regalo de la vida. Te alabo y bendigo tu santo nombre, y en este día nuevo te entrego todo el honor y la gloria. Gracias porque nunca te apartas de mi lado y siempre me acompañas con tu presencia fiel.
Hoy reconozco tu grandeza y tu amor por mí. Pongo este día en tus manos para que seas Tú quien me guíe por senderos de paz, fortaleza y renovación. Tú conoces lo más profundo del corazón humano, las cargas que llevamos y el peso del desaliento que enfrentamos. Gracias por la vida en mis pulmones y por la fuerza que me levantó esta mañana, recordándome tu amor eterno.
En cada paso que doy, tu mano protectora me sostiene. Eres mi refugio constante y mi fiel compañero. Padre misericordioso, ilumina mi camino con tu luz para que todo lo que haga lleve tu sello. Dame la libertad de elegir lo bueno y lo verdadero, y que mis acciones reflejen siempre tu voluntad.
Ven, Espíritu Santo, sopla sobre mí. Concédeme sabiduría y discernimiento en cada decisión, para que lo que elija sea justo y beneficioso. Sé que nunca me abandonas, que cuidas de mí y suples todas mis necesidades. Aunque enfrente pruebas o incertidumbre, no temeré, porque tu mano firme me guarda y me protege de todo mal.
Espíritu Santo, aviva tu presencia en lo profundo de mi ser. Libérame de recuerdos dolorosos y de todo lo que robe mi paz interior. Enséñame a transformar el rencor en amor, la venganza en perdón y la tristeza en esperanza viva. Gracias por tu infinita misericordia y por acudir siempre en mi auxilio.
No tengo miedo porque caminas conmigo. Me revistes de valor para enfrentar este día con entrega y fortaleza. Hazme consciente de tu presencia amorosa en cada instante. Que nada superficial me aparte de tu verdad. Quiero mantener mis ojos fijos en ti y encontrar en tu rostro la fuerza para avanzar, incluso en medio de las tormentas de la vida.
Ayúdame a aprender de cada experiencia que viva hoy, ya sea favorable o difícil. Dame la gracia de soltar lo que no me corresponde y la sabiduría para tomar decisiones según tu voluntad. Cúbreme con tu paz y concédeme serenidad interior para vivir este día en tu presencia.
Señor, que ninguna herida ni dificultad me aparte de tu verdad, y que nada me haga dudar de tu amor constante. Enséñame a vivir con la seguridad de tu compañía, no en el miedo, sino en la confianza de que nunca me abandonarás.
Padre amado, protégeme bajo tu yugo y guía cada uno de mis pasos. Sé mi refugio santo y constante. Amén.
Hoy haré el bien en silencio, ayudando a alguien sin que lo sepa, como enseñó Jesús, para que mi recompensa esté solo en el Padre.
“Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterno su amor. Den gracias al Dios de los dioses, porque es eterno su amor.” – Salmo 136