Oración de la Mañana

Querido Dios, gracias por este día. Gracias por despertarme y bendecirme con el aliento en mis pulmones. Gracias por ser tan constante en mi vida. Desde que decidí seguirte, he experimentado la paz que solo Tú puedes dar. Ha habido personas que han hablado mal de mí, han intentado herirme y se han puesto en mi contra por caminar en la luz. Pero no permitiré que lo que ellos hacen me distraiga o me aleje de Ti.

Tu palabra en el Salmo 25:21 dice: “Que la integridad y la rectitud me protejan, porque en Ti he puesto mi esperanza.” Y Dios, me aferro a esta promesa de Tu palabra. No voy a comprometerme ni a desviarme del camino que has trazado para mí. Sé que Tú me protegerás, como lo has hecho todos los días de mi vida. Gracias por ser un Dios que me elige, aun cuando he fallado tantas veces. Te entrego este día. En el nombre de Jesús, Amén.

El Señor ama la justicia y no abandona a sus fieles; para siempre serán protegidos. – Salmo 37:28

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Padre de bondad, en esta mañana vengo ante Ti con sed de tu presencia. Mi alma te anhela, tiene hambre de tu amor eterno y de tu agua viva. Hoy me levanto con fe, entregando todo en tus manos y pidiéndote que sea tu poder y tu amor los que me sostengan y me impulsen a seguir adelante.

Sumérgeme, Señor, en el río de tu misericordia para que pueda estar preparado y seguir haciendo lo que es bueno y justo para mi vida. Gracias por tu Palabra, que llena mi corazón de ánimo. Ella me levanta cuando caigo y me fortalece en medio de las pruebas.

Te alabo, Dios mío, porque siempre escuchas mis súplicas. Aunque a veces parezca que guardas silencio, sé que esperas el momento perfecto para salir a mi encuentro. Gracias por guiar mis pasos, por darme fuerza para seguir luchando por una vida llena de paz. No me juzgas por mis errores, sino que me bendices con tu gracia y me llenas de esperanza en tu voluntad.

En Ti encuentro un propósito claro, un proyecto de vida que no se agota, si permanezco fiel a tu Palabra. Por eso hoy te pido fortaleza para no rendirme, valor para seguir caminando con la certeza de que tú estás a mi lado. Que tu mano poderosa me sostenga cuando me sienta débil, y que tu amor sea la luz que ilumina mi sendero.

No hay sanación más profunda que saberme amado por Ti. Gracias por estar presente en cada momento de mi vida. Gracias por sostenerme, por guiarme, por obrar dentro de mí. Te confío todo lo que tengo y todo lo que soy.

Concédeme la sabiduría para discernir lo correcto, para tomar decisiones que te agraden y me conduzcan por el camino de la verdad. Lléname de tu presencia, Señor. Confío plenamente en tu amor infinito. Hoy quiero que mi sonrisa y mi alegría sean herramientas para construir un día lleno de esperanza.

Deseo que mi vida sea reflejo de tu amor, que cada palabra y cada acción que realice sean testimonio de tu bondad. Te pido el don de la humildad, para reconocer mis errores y saber pedir perdón cuando me equivoque. Purifica mi corazón de toda incertidumbre, líbrame de la duda y de la falta de fe.

Hoy saldré a luchar por mi vida con la confianza puesta en Ti. Saldré en busca de la victoria que Tú has prometido, porque sé que tus bendiciones me acompañan. Impúlsame, Señor, a dar pasos firmes y seguros. Quiero caminar contigo siempre, convencido de que a tu lado todo lo puedo lograr.

Dame la humildad para reconocer que sin Ti nada soy, y la fuerza para seguir adelante confiando en tu amor, que me sostiene y me guía. Gracias por estar siempre conmigo, por ser mi refugio, mi escudo y mi fortaleza.

Señor amado, acompáñame en esta nueva jornada. Bendice cada una de mis actividades para que en todo lo que haga pueda acercarme más a la santidad.

Amén.