Oración de la Mañana

Querido Dios, gracias por la bendición de un nuevo día. Estoy profundamente agradecido porque Tu presencia siempre me acompaña, y no tengo palabras suficientes para agradecerte por estar a mi lado. Gracias por esta relación en la que puedo conocerte de verdad y ser conocido por Ti.

Tu Palabra en Juan 14:27 dice: “La paz les dejo, Mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni tengan miedo.” Señor, te pido que esa misma paz fluya hoy en mi corazón y en mi mente.

La fe significa tener paz incluso cuando no tengo todas las respuestas. Oro para que me libres de toda preocupación y protejas mi espíritu de todo temor. Ayúdame a confiar plenamente en Ti, sabiendo que jamás me dejarás ni me abandonarás.

Gracias por escuchar mi oración. En el nombre de Jesús, Amén.

“Depositen en Él toda ansiedad, porque Él cuida de ustedes.” – 1 Pedro 5:7 

Padre bueno y amoroso, gracias por bendecirme con este nuevo y hermoso día. Gracias por permitirme abrir los ojos, mover mis manos y caminar hacia los sueños que has puesto en mi corazón. Al despertar esta mañana, una luz ilumina lo más profundo de mi ser y me recuerda lo valioso que soy para Ti.

Gracias por hacerme sentir como una joya preciosa en Tus manos. Por eso te amo y deseo amarte cada día con más dedicación. Te alabo y te exalto porque llenas mi alma, me amas con ternura y me cubres con Tu misericordia, y eso es todo lo que necesito. Pon Tu mano sobre todo lo que haga, pues confío plenamente en que me proveerás lo necesario para vivir conforme a Tu voluntad.

Gracias porque Tu presencia a mi lado renueva mi esperanza, fortalece mi espíritu y me da razones para seguir adelante. En este nuevo amanecer, mi corazón se alegra y te reconoce como mi único Señor y Salvador. Pongo mi vida bajo Tu protección, seguro de que en el Cielo hay un Padre que me cuida, me protege y me concede Su favor para que no me falte lo esencial.

Haz que siempre permanezca unido a Tu gracia redentora y que mi corazón no se endurezca. Aunque me aparte, sé que siempre vienes a buscarme para que no me pierda, sino que tenga vida eterna. Gracias por darme la oportunidad de contemplar Tu poder y comprender que nada puede resistir a Tu Palabra viva.

Ven, Señor, hasta lo más profundo de mi ser, allí donde ni yo mismo puedo llegar, y purifica todo lo que no te agrada. Ayúdame a dejar atrás todo pensamiento que me impida avanzar. Con cada amanecer deseo estar más cerca de Ti. Tú me renuevas y me llenas de Tu fuerza, dándome la libertad para vivir plenamente.

No permitas que me canse en el camino ni que mi voluntad se debilite. Mantén en mí la disposición para recibir la fuerza de Tu Espíritu y seguir luchando con fe. Gracias por Tu amor constante, por acompañarme en cada paso y por despertar en mí el deseo sincero de volver a Tus caminos llenos de verdad y alegría.

Siempre me colmas con Tu amor y con las maravillas que has creado para alegrar nuestras vidas. Eso me da la fuerza necesaria para enfrentar las dificultades y salir adelante. Hoy pongo mi vida en Tus manos, porque no existe lugar más seguro que estar contigo.

Ayúdame a seguir persiguiendo mis sueños con esperanza, sin rendirme, y fortaléceme cada día con Tu presencia. Aquí estoy, Señor, para renovar mi fe y consagrarte este día, porque no puedo caminar sin Ti. Gracias por convertir la oscuridad de mi alma en luz que refleja Tu presencia y Tu amor.

Con todo mi corazón te agradezco por estar en mi vida y en el mundo. Solo Tú eres digno de toda gloria. Me entrego por completo a Tus planes, confiando en que quieres lo mejor para mí y creyendo que este día estará lleno de bendiciones. Amén.

Hoy celebraré con alegría la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María, participando en la Santa Misa y honrando a nuestra Madre celestial.

“Sean gratas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de Ti, Señor, roca mía y redentor mío.” – Salmo 19