Oración de la Mañana – Miércoles 20 de agosto de 2025
Oración de la Mañana
Amado Dios, gracias por un nuevo día. Gracias por los ángeles que me rodean en cada lugar al que voy. Gracias por el don de la vida y por ser mi fortaleza cuando me siento débil. El enemigo ha lanzado todo lo que puede contra mí, pero no seré vencido, porque Tú eres mi roca y mi refugio.
Tu palabra en el Salmo 91:11 dice: “Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.” Esa es la promesa en la que me sigo apoyando. Concédeme tu protección sobrenatural al salir de mi casa y tráeme de regreso con bien. Hoy no tengo nada que temer. El miedo dice: “¿Y si…?” pero la fe responde: “Aun si…”. Y aunque no sepa cómo vas a obrar en mi vida, camino en fe, confiando en que siempre estás conmigo.
Gracias por tu amor, por tu fidelidad y por la paz que viene de saber que nunca estoy solo. En el nombre de Jesús, Amén.
“Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.” – Mateo 28:20
Padre celestial, gracias por el regalo de este nuevo día, por mi vida y por mi familia, porque todo lo que tengo es fruto de tu amor. Hoy experimento tu cercanía al despertar con vida y con el deseo de escuchar tu voz que me guía y me fortalece.
En ti encuentro el refugio que calma mis inquietudes, la fuerza que me sostiene y el valor para avanzar cada día. Gracias porque me has creado libre, con la capacidad de elegir y de descubrir la verdadera felicidad en el cumplimiento de tu voluntad. Aparta de mí toda carga y cadena que no me deje vivir con plenitud.
Deseo ser una persona auténtica, fiel a quien realmente soy, sin las máscaras que el mundo quiere imponerme. Derrama sobre mi vida tus dones y frutos de amor, para vivir con alegría y plenitud. Hoy te entrego mis temores, esos que me hacen frágil y debilitan mi confianza en tu presencia fiel.
Gracias, Señor, por las personas que has puesto en mi camino, por quienes me alientan y me ayudan a seguir adelante. Tu palabra ilumina mi mente, y tu perdón inmenso me envuelve con ternura que supera todo entendimiento. Por eso te alabo, porque haces visible tu poder en cada detalle de mi vida y en lo cotidiano puedo sentir tu cercanía.
Toma mi mano y marca el rumbo de mis pasos. Sé mi guía, porque bajo tu luz todo camino es seguro. Que mis obras reflejen tu presencia y que mi vida sea testimonio de tu evangelio. Concédeme perseverancia para seguir con fe, sin dejarme vencer por los obstáculos.
Anhelo permanecer fiel a ti, con un corazón sincero que te ame y te siga sin dudar. Moldea mi vida con tu amor y paciencia para servirte cada día con mayor entrega. Te glorifico, Dios de bondad, porque tu misericordia es infinita y me sostienes con tu fuerza.
Perdona mis caídas y no permitas que el enemigo me aparte de tu luz y de tu verdad. Una vez más te doy gracias por cada amanecer bajo tu mirada llena de amor. Enséñame a descubrir tus lecciones en cada situación y a ver en los demás los signos de tu amor presente. Dame la gracia de comprender que las pruebas son solo caminos que fortalecen mi fe y me preparan para bendiciones mayores.
Aunque las dificultades parezcan grandes, confío en que nunca estoy solo, porque siempre permaneces a mi lado. Gracias, Dios eterno, por tu amor y por atender mis oraciones. Hazme un canal de tu paz y llena mi ser con la sabiduría de tu Espíritu para vivir con rectitud, amor y justicia.
Gracias por tus bendiciones y por este nuevo amanecer lleno de fe y esperanza. Amén.