Oración de la Mañana de Hoy

Querido Dios, gracias por este día.
Gracias por estar conmigo incluso cuando la vida no sale como yo esperaba. Hay momentos en los que me siento cansado, desanimado y sin claridad sobre lo que viene. Pero tu Palabra en Isaías 40:31 me recuerda:
“Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”

Hoy me aferro a esa promesa.
Ayúdame a no quedarme atrapado en la decepción ni a comparar mi camino con el de los demás. Enséñame a confiar en ti: en tu tiempo perfecto, en tu proceso y en el resultado que tú tienes preparado para mí. Recuérdame que no estoy retrasado, y que tú aún estás escribiendo mi historia.

Dame fuerza cuando me sienta débil y esperanza cuando me sienta estancado. Creo firmemente que tú aún no has terminado conmigo.
Gracias por ser mi paz en medio de todo.

En el nombre de Jesús,
Amén.

“Él da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna.”
— Isaías 40:29

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Padre celestial, en esta mañana llena de luz, reconozco tu presencia amorosa que llena el aire y toca cada parte de mi ser. Abro mis labios para alabarte, para darte gloria y honor. El viento suave que acaricia mi piel me recuerda tu ternura infinita. Mi alma se alegra al contemplar la belleza de tu creación, cada detalle refleja tu poder y existe por tu voluntad divina.

Gracias, Señor, por regalarme un nuevo amanecer, por permitirme abrir los ojos a un día más lleno de oportunidades para crecer y aprender. Eres tú quien llena mis días de sentido, quien da propósito a cada instante, y eres la razón más profunda de mi existencia. Gracias por darme la oportunidad de corregir mis errores y seguir caminando hacia la plenitud.

También te agradezco por las pruebas que permites en mi vida, porque a través de ellas fortaleces mi carácter y aumentas mi fe. Gracias por la bendición de ver a mis seres queridos, por poder compartir con ellos un día más. Gracias porque nunca me falta lo esencial para vivir con dignidad y esperanza.

Señor, te pido que tu luz guíe mis pasos en esta jornada, y también los de aquellos que amo. Condúcenos por caminos de amor, paz y bendiciones. Que tu Santo Espíritu me acompañe, que me guíe y me dé fortaleza, salud y sabiduría para elegir siempre lo correcto. Purifica mi alma de todo deseo terrenal y no permitas que me aleje de ti. Ayúdame a vencer las tentaciones que puedan desviarme de tu camino.

Hazme consuelo para el que sufre, y que mis palabras puedan llevar esperanza y acercar a más hermanos a tu presencia. No me abandones nunca, Señor, porque tú eres la fuente de la vida, la verdad que da sentido y la luz que nunca se apaga.

Quiero que te sientas orgulloso de mí, por eso elevo esta oración con fe y amor, para que escuches lo que hay en mi corazón. Toca mi interior con tu mano sanadora. Libérame de la tristeza y borra los recuerdos que me impiden avanzar. No permitas que el miedo me detenga. Ayúdame a cumplir mis sueños y alcanzar los propósitos que has puesto en mi vida.

Haz crecer en mí los talentos que me diste para servir a los demás y ser instrumento de tu amor. No me dejes solo, porque tu presencia me da paz y consuelo. Bendice mi alma y purifica mi ser en este nuevo día. Sostenme con tu amor y dame fuerzas para seguir. Solo con tu ayuda venceré el mal, y solo contigo alcanzaré la vida eterna.

Que cada palabra que salga de mi boca sea un canto de alabanza para ti, y que nunca use mis palabras para quejarme o menospreciar tus bendiciones. Que mis manos estén siempre listas para ayudar, y que mis hombros sean apoyo para quien se sienta débil.

Padre amado, te entrego todo lo que haré hoy. Guíame para ser instrumento fiel de tu voluntad. Gracias porque puedo sentir tu bondad infinita y porque al mirarte también siento tu ternura y compasión.

Que tu presencia llene este día de paz, transforme mi vida y sane lo más profundo de mi ser. No me dejes solo en ningún momento, Padre celestial, para que pueda vivir con la dicha que solo tú me das. Amén.