Oración de la Mañana – Martes 5 de Agosto de 2025
Oración de la Mañana
Querido Dios, gracias por un nuevo día. Gracias por el regalo de la vida y por sostenerme en aquellos días en los que me sentí demasiado débil para continuar. Tú me has visto en mis peores momentos, cuando dudé de mis propias fuerzas, y aun así siempre me diste una nueva oportunidad.
Tu Palabra en el Salmo 46:1 dice: “Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia.” Hoy lo pongo todo en tus manos, porque sé que Tú nunca me fallarás. Gracias por fortalecerme y por darme todo lo que necesito para enfrentar este día.
Calma mi ansiedad y silencia los pensamientos negativos que intentan apoderarse de mi mente. Ayúdame a caminar con una fe que confía en Tu poder. Quiero que mi vida sea un ejemplo vivo y un testimonio de Tu fuerza manifestándose en medio de mi debilidad.
Este es el momento en el que mi esperanza cobra vida y mi duda se desvanece. Gracias por escuchar mi oración. En el nombre de Jesús, Amén.
“Mi carne y mi corazón podrán desfallecer, pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción eterna.”
—Salmo 73:26
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Padre celestial, glorioso Rey del cielo y de la tierra, hoy me presento ante Ti para entregarte mi vida en este nuevo día que me regalas. Gracias, Señor amado, por este hermoso amanecer, por el don de la vida y por permitirme respirar y comenzar esta jornada lleno de esperanza, confiando siempre en tu amor y en tu guía constante.
Te exalto, mi Dios, porque eres el primero en ocupar mi pensamiento al despertar. En el silencio profundo de la oración te haces presente, y en esa comunión íntima podemos reconocerte incluso en los pequeños gestos de amor, como una sonrisa sincera. Padre de misericordia, líbrame hoy de todo temor y lléname de tu paz.
Concédeme, Señor, la fuerza y la sabiduría para dejar atrás el resentimiento que aún habita en mí. Abre mis sentidos espirituales para sentir tu presencia a mi lado, saber que peleas por mí, que me proteges y me amas con un amor incondicional. Sé mi refugio seguro, y abre delante de mí caminos de bendición para que viva con alegría verdadera.
Te pido, Dios de amor, que llenes mi corazón con gozo, esperanza, fortaleza y energía para enfrentar con valentía cada desafío que se presente en este día. En tus manos entrego a mi familia y a todas las personas que amo. Protégelas siempre, Señor, y que nunca se aparten del camino de tu misericordia.
Gracias te doy porque incluso en los momentos más difíciles he aprendido valiosas lecciones que me han dado claridad y firmeza. Guía mis pasos para seguir descubriendo tus maravillas, con la certeza de que nada escapa a tu poder y que Tú nunca abandonas la obra de tus manos.
Dame entendimiento, Señor, para discernir con claridad qué pasos debo seguir y no rendirme ante las pruebas. Ayúdame a avanzar con fe en el camino que me has encomendado. Dame perseverancia para vivir según tu Palabra y aplicar las enseñanzas de las Sagradas Escrituras.
Que en este mundo haya corazones generosos dispuestos a servir, cumpliendo con amor las obras de misericordia que tu Hijo Jesús nos enseñó. No permitas que el desánimo ni la tristeza tomen el control de mi alma. No me dejes caer en la frustración por lo que no sucedió, sino que aprenda de cada experiencia y camine con sabiduría, sin repetir los mismos errores.
Hazme una persona que confíe plenamente en tu poder, para vivir en paz, con el corazón tranquilo, sabiendo que Tú lo guías todo con amor. Esta mañana me arrodillo en adoración para darte gracias por tu inmenso amor, por cada bendición que derramas sobre mi vida, y por todo lo hermoso que haces nacer en mí.
Quédate a mi lado, Señor, en cada tarea que deba realizar hoy. Ilumina mis decisiones, dirige mis pasos y ayúdame a cumplir con responsabilidad y alegría todo lo que has puesto en mis manos. Porque contigo, hasta los problemas más grandes tienen solución.