Oración de la Mañana

Al comenzar esta nueva semana, vengo ante Ti hoy para expresarte mi gratitud por todas tus bendiciones. No vengo a pedir nada, solo quiero decirte gracias por todo. Estoy agradecido por el don de la vida, por mi familia y mis amigos, por mi salud, y por todas las cosas buenas que me has dado. Me has guiado en tiempos difíciles y me has protegido del mal. Me has mostrado el camino y me has ayudado a tomar decisiones sabias.
Tu palabra en Filipenses 4:19 dice: “Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.”
Dios, gracias por proveer todas mis necesidades. Me has dado todo lo que necesito para esta semana, y me sostengo en Tus promesas.
En el nombre de Jesús, Amén.

“En mi angustia invoqué al SEÑOR, clamé a mi Dios; Él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó a sus oídos.”
— 2 Samuel 22:7

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Sagrado Corazón de Jesús, en este último día del mes de junio, te damos infinitas gracias por todas las bendiciones que has derramado sobre nosotros. Gracias por este nuevo amanecer, por el don de la vida, por tu amor fiel y por permitirme iniciar este día bajo tu luz, tu paz y tu guía.

Señor, hoy me acerco a ti con todas mis cargas y preocupaciones, confiando plenamente en que tú puedes sostenerme y darme la ayuda que necesito. Te suplico que me concedas tu fuerza y tu presencia constante en medio de las luchas diarias. Eso es lo que más necesito para seguir adelante con esperanza.

Sagrado Corazón, une tu corazón al mío. Habita en todo mi ser, lléname de tu amor y renueva las áreas secas de mi alma. Gracias por inundarme con tu presencia, por hacerme tuyo y por derramar tu bendición sobre mí en este instante.

Dame paciencia, Señor, y sabiduría para tratar con amor y respeto a quienes piensan o actúan diferente. Ayúdame a comprender a los demás desde el amor y no desde el juicio.

Pongo en tus manos todos mis sueños, proyectos y esperanzas. Muéstrame el camino que me acerque más a ti y ayúdame a caminar en tu voluntad. Gracias por escucharme, por no dejarme solo en los momentos difíciles y por las pruebas que, aunque duras, han fortalecido mi fe.

Te agradezco por aquellas palabras que han tocado mi corazón, por los aprendizajes que me han hecho crecer y por las dificultades que me enseñaron a ser fuerte. Quiero dar testimonio de ti con mi vida, actuar con rectitud y reflejar tu amor al mundo.

Hoy deseo mirar la vida con tus ojos llenos de compasión. Enséñame a cuidar con ternura a los que amo y a hacer siempre el bien. Que mis actos estén guiados por la justicia y la misericordia, y que cada paso que dé sea para tu gloria.

Elevo una oración especial por mi familia. Bendice a cada uno de mis seres queridos con tu presencia, cuida de ellos hoy y siempre, y acompáñanos con tu amor cada día.

Padre amado, te pido perdón por mis fallos. Renuevo mi compromiso de buscarte con mayor entrega. Ayúdame a crecer en gratitud y a dedicar más tiempo a la oración, para acercarme cada día más a ti con un corazón sincero y dispuesto.

Concédeme, Señor, el don del discernimiento. Sé que, si oro con constancia, tomaré mejores decisiones. Confío en que estás a mi lado, dándome la luz y la fuerza para actuar correctamente en cada situación.

Gracias por este nuevo día. Ayúdame a reflexionar con sabiduría, a encontrar nuevos caminos y a vivir esta jornada con propósito, guiado por tu Espíritu.

Que tu Sagrado Corazón, fuente de amor y bondad, nos impulse a vivir este día en caridad y entrega, siendo testimonio de tu infinita misericordia.

Amén.