Oración de la Mañana – Viernes 1 de Agosto de 2025
Oración de la Mañana
Querido Dios, gracias por este nuevo día y por todo lo que has hecho en mi vida hasta ahora.
He pasado por muchas dificultades, pero sigo aquí. Tal vez aún no esté donde quiero estar, pero ya no estoy donde solía estar, y eso es un verdadero milagro.
Tu Palabra en Zacarías 4:10 dice: “No desprecien estos pequeños comienzos, porque el Señor se alegra al ver que la obra comienza.”
Señor, estoy en un punto de mi vida en el que tengo mucho que agradecer. El progreso es progreso, incluso si las cosas no van según mis planes. Mantengo la cabeza en alto y no me dejaré desanimar por el tiempo que tome llegar. No permitiré que el enemigo me robe la alegría.
Enséñame a valorar cada paso que he dado contigo, a sentirme orgulloso(a) de lo que ya hemos recorrido juntos. Gracias por no dejarme solo(a), por seguir obrando en mí, por seguir moldeándome y por hacer nuevas todas las cosas. Confío en Ti con todo mi corazón.
Gracias por escuchar mi oración. En el nombre de Jesús, Amén.
“La senda del justo es como la luz del amanecer, que brilla más y más hasta que el día alcanza su plenitud.” – Proverbios 4:18
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Gracias, amado Señor, por tu inmenso amor que me sostiene y me permite despertar con vida en este nuevo amanecer lleno de esperanza. Padre bondadoso, te doy gracias por cada bendición con la que inicias este nuevo día en mi vida, un día lleno de oportunidades y renovación.
Siempre estás atento cuando te llamo, nunca ignoras mis oraciones. Cuando clamo por tu protección, tú respondes sin tardar. Sé que muchas veces no estoy a la altura de tanto amor, porque no siempre sé corresponderte con fidelidad. Pero confío plenamente en tu amor incondicional, en que me amas totalmente y siempre deseas lo mejor para mí.
Gracias por ese amor inmenso que me hace sentir especial, por darme el valor que a veces no encuentro en mí mismo, y por brindarme la dicha de caminar a tu lado. El simple hecho de tener salud y sentirme con vitalidad ya es motivo suficiente para estar agradecido y vivir con alegría. Hoy me levanto con entusiasmo, dispuesto a dar lo mejor de mí y a enfrentar con valentía cada desafío.
Mi corazón está lleno de esperanza en este nuevo día. No permitiré que la tristeza ni la soledad gobiernen mis emociones. Toca con tu mano sanadora mi corazón herido, para que desaparezcan el dolor y las preocupaciones que aún me afectan. Enséñame a descubrir que el amor que tanto anhelo se encuentra en ti, y que tú lo ofreces sin límites.
Gracias por tu constante compañía, por protegerme, por mostrarme el camino y ser siempre un guía fiel en mi vida. Te ruego, Señor, que ilumines mi mente para pensar con sabiduría y actuar conforme a tu verdad. Toma control de mis palabras, Señor, para que de mi boca salgan bendiciones para los demás y alabanzas para ti.
Concédeme un corazón puro, lleno de pensamientos de bondad y obediencia a tu voluntad. Anhelo ser una persona llena de vida, alegría, confianza y gratitud, que sepa valorar cada bendición aunque no la haya merecido. Me abandono en tu misericordia, confiando en que no me rechazas por mis errores ni te alejas de mí cuando me desvío de tu camino.
Gracias por darme la gracia de contemplar tu grandeza y tu poder, y por transformarme cada día con tu infinito amor. Dios amado, dirige cada instante de mi día, guía mis esfuerzos y recibe todo lo que soy y lo que tengo. En esta nueva mañana, quiero entregarme por completo a ti, ofreciendo cada segundo de mi vida a tu santa voluntad.
En tu presencia encuentro la verdadera alegría que tantas veces busqué en lo pasajero. Gracias, Señor, por el precioso regalo de este nuevo amanecer, por el don de la vida. Gracias por darme la dicha de abrir los ojos nuevamente y comenzar un nuevo día lleno de retos y oportunidades para agradarte.
Mi vida está en tus manos, Dios eterno. Te agradezco por cada bendición que hoy y siempre me permites disfrutar, y que me llena de gozo. Gracias, Señor, por un nuevo mes de vida. Hoy me comprometo con alegría a cumplir fielmente tu voluntad. Amén.
Hoy ofrezco mi jornada al Sagrado Corazón de Jesús, pidiendo que cada acción y pensamiento sea para su mayor gloria y la salvación de las almas.