Oración de la Mañana – Sábado 2 de Agosto de 2025
Oración de la Mañana
Querido Dios, gracias por abrir mis ojos y permitirme ver un nuevo mes. He llegado al mes de agosto, y eso ya es un milagro.
Gracias por las batallas que has peleado por mí y por las victorias que me has concedido. Tu Palabra en Proverbios 16:3 dice: “Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán.” Dios mío, en este nuevo mes pongo completamente mis planes en tus manos.
Este año he pasado por muchas pruebas. Hubo momentos en los que no veía salida. Pero aun así, seguiré repitiendo estas palabras: por muy difícil que haya sido este año, no perderé mi fe en Ti. Tu Palabra dice que Tú pelearás por mí, y que lo único que debo hacer es quedarme quieto y confiar.
Por eso, en este mes de agosto me presento ante Ti con todo mi corazón, confiando plenamente en Ti. No me apoyo en mi propio entendimiento, sino que te entrego todo por completo.
En el nombre de Jesús. Amén.
“Y el que estaba sentado en el trono dijo: ‘¡Yo hago nuevas todas las cosas!’ Y añadió: ‘Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza.'”
— Apocalipsis 21:5
Padre bueno, al comenzar esta hermosa y especial mañana, elevo mi corazón en adoración y alabanza. Quiero exaltar tu glorioso nombre con todo mi ser. Gracias, Señor, por el don de este nuevo amanecer que me concedes.
Es un verdadero regalo despertar con vida y sentir tu amor presente desde los primeros momentos del día. Hoy te pido que transformes mi interior con la fuerza de tu Espíritu Santo. Llena mi alma de libertad, esperanza y de un corazón que sepa soñar y confiar plenamente en ti. Gracias por cada bendición que has sembrado en mi camino y por cada detalle de este día que refleja tu amor y cuidado.
Te doy gracias por este nuevo despertar, por la vida que me regalas y por la oportunidad de seguir caminando contigo. En tus brazos encuentro el refugio que mi alma anhela, la paz que calma mis tormentas y la fuerza que sostiene mi corazón. Gracias porque puedo avanzar con confianza, sabiendo que tu mano poderosa me guía, como un padre amoroso conduce a su hijo.
Gracias por obrar en lo profundo de mi ser, por alejar la tristeza y permitir que florezcan en mí nuevas esperanzas, nuevas luces y nuevos comienzos. Este día es un regalo inmerecido, una muestra de tu fidelidad que nunca falla. Deseo adorarte con un corazón sincero, porque cada amanecer es una nueva invitación a descubrir la verdadera alegría que solo tú puedes dar.
Gracias por darme la oportunidad de seguir adelante, de vencer los obstáculos que intentan alejarme de ti y de tu voluntad. Eres un Dios grande, cercano e incomparable. Qué dicha saber que estás conmigo, que puedo abrirte mi corazón desde el primer momento del día. Dame valentía para vivir con libertad verdadera, sin ataduras a deseos que no me acercan a ti ni me ayudan a crecer.
Enséñame a ver más allá de lo visible, a descubrir lo extraordinario en lo sencillo y a confiar incluso cuando no pueda ver el camino. Padre bondadoso, sé tú quien impulse cada paso que dé, quien mantenga viva la llama de la esperanza en medio de las pruebas. Gracias porque nunca dejas de bendecirme. En ti no hay abandono, solo presencia constante y amorosa atención.
Líbrame del egoísmo que cierra el corazón y no permitas que me domine el orgullo o los intereses personales. Gracias por regalarme tu paz, por cuidar de mí y de mi familia, y por tu amor fiel que siempre me protege. Te ofrezco este día, Señor. Que nada ni nadie robe la alegría que tú has sembrado con tanto amor en mi interior.
Renueva mi corazón, líbrame de todo pensamiento que me aparte de ti y purifica lo más profundo de mi ser. Hazme instrumento de tu paz, Señor. Permíteme llevar consuelo donde haya sufrimiento y ser luz donde haya oscuridad. Sigue sosteniéndome con tu amor infinito. Anímame a seguir madurando, creyendo y esperando en ti.