Oración de la Mañana – Lunes 28 de Julio de 2025
Oración de la Mañana
Hoy vengo ante Ti con humildad, pidiéndote paciencia en mi corazón. Enséñame a esperar en Ti, con confianza y fe. Oro para que el Salmo 40:1 se haga realidad en mi vida: que al esperarte con paciencia, Tú inclines Tu oído para escuchar mi clamor.
Creo firmemente que, al esperar en Ti, Señor, encontraré respuestas a cada una de mis angustias. Me encontraré con Aquel que puede y quiere rescatarme en medio del dolor.
Al comenzar esta nueva semana, te invito a obrar dentro de mí. Transforma mi vida para bien. Gracias porque Tu Palabra nos recuerda que tienes muchos pensamientos hacia nosotros: pensamientos de bien y no de mal, pensamientos de esperanza y de futuro para quienes somos tus hijos.
Gracias por escuchar esta oración. Esperaré en Ti, sin importar cuánto tiempo tome. En el nombre de Jesús, Amén.
“Solo en Dios halla descanso mi alma; de Él viene mi esperanza.”
— Salmo 62:5
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Amado Dios, en este nuevo día que me regalas, me presento ante Ti con el corazón lleno de esperanza y la confianza puesta en tu amor y tu infinita misericordia. Hoy despierto con la certeza de que solo Tú conoces mi camino, que solo Tú sabes lo que realmente necesito, y que solo Tú puedes dar paz a mi alma.
Gracias, Señor, por darme un día más de vida. Gracias por abrir mis ojos y permitirme contemplar la belleza de este nuevo amanecer. Gracias por darme la oportunidad de avanzar, de amar, de luchar por mis sueños y de glorificarte con cada paso que dé. Hoy me postro ante tu presencia porque deseo comenzar este día tomado de tu mano, con la seguridad de que si estás conmigo, nada podrá contra mí.
No quiero dar un solo paso sin tu dirección. No quiero emprender ninguna tarea sin antes entregártela, porque sé que nada tiene éxito si no está bajo tu voluntad. Todo esfuerzo sin Ti es en vano. Por eso hoy te entrego por completo mi vida, mis pensamientos, mis emociones, mis deseos y preocupaciones.
Tú conoces mi interior, cada rincón de mi alma, cada batalla que lucho en silencio. Por eso, en este momento, me rindo a Ti y pongo en tus manos mi presente y mi futuro. Confío plenamente en tus promesas, Señor, y por eso me vacío ante Ti para que seas Tú quien me llene de tu luz, de tu paz y de tu amor sin límites.
Llena mi mente de pensamientos positivos, mi corazón de sentimientos puros y mi espíritu con la fortaleza de tu presencia. Toma cada herida que la vida ha dejado en mí y cúrame con la ternura de tu toque divino. En esta mañana, Señor, te entrego mis vacíos: llénalos con la plenitud de tu Espíritu Santo.
Riega cada parte de mi ser con el agua viva de tu Espíritu, para que no quede espacio para el temor, la angustia ni el dolor. Que cada herida, cada carga, cada tristeza o desesperanza, sean sanadas por el poder de tus manos. Porque en Ti encuentro el alivio que tanto necesita mi alma.
Señor, no permitas que hoy caiga en la tristeza. No dejes que el desánimo me paralice, ni que la tentación me aleje de Ti. Dame fuerza para resistir las pruebas, sabiduría para tomar buenas decisiones y valentía para seguir adelante sin miedo. Quiero sentirme seguro en tu abrazo. Quiero caminar con la paz que solo viene al saber que Tú guías cada uno de mis pasos.
Ayúdame a reflejar tu amor en todo lo que haga, a sonreír con gratitud, a vivir con alegría, y a disfrutar cada instante con las personas que amo. Gracias desde ya por todo lo que estás haciendo en mi vida y en mi familia. Aunque muchas veces no entiendo tus planes, confío en que estás obrando para mi bien, guiándome, protegiéndome y preparándome para lo que tienes reservado.
Gracias, Señor, porque sé que nunca me dejas solo. Eres un Dios fiel, un Padre amoroso que siempre extiende su mano para sostenerme. Cuando el mundo me falla, cuando las pruebas me agotan, Tú eres mi refugio seguro, mi roca firme, mi ayuda constante. Gracias porque en cada área de mi vida puedo ver tu amor reflejado.
Gracias porque en mi familia veo tu bendición, en mi trabajo siento tu respaldo y en mis estudios me das entendimiento. Gracias por permitirme abrir los ojos y contemplar un nuevo día, por darme todo lo necesario: el alimento, el abrigo y un techo donde descansar.
Que cada decisión que tome hoy esté guiada por tu sabiduría. Que cada reto que enfrente lo asuma con fe. Y que aun en medio de la dificultad, mi corazón permanezca firme, sabiendo que Tú peleas mis batallas. Dame habilidad para cumplir con mis responsabilidades, paciencia para afrontar los desafíos y un corazón agradecido que sepa encontrar gozo incluso en los días difíciles.