Oración de la Mañana

Querido Dios, gracias por ayudarme a lo largo de este día. Al irme a dormir esta noche, te pido que me regales una paz sobrenatural desde lo alto, que toque cada rincón de mi mente. Bendice mi descanso con tu poder y tu fortaleza. Oro para que no tenga malos sueños ni pensamientos que me impidan reposar en tus promesas.

Creo firmemente que estarás conmigo en cada momento mientras descanso, y te agradezco porque nunca me dejas solo. Dios, siempre has sido fiel. Lo he leído en las Escrituras, lo he escuchado en los testimonios de otros, pero también lo he vivido en mi propia vida. He visto tu mano obrar en mí. Y como has sido fiel antes, confío en que lo serás ahora.

Pongo esta noche en tus manos. En el nombre de Jesús, Amén.

“Que la paz de Cristo reine en sus corazones, a la cual en verdad fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos.”
— Colosenses 3:15

Padre amado, te alabo en esta nueva mañana, porque contigo soy más fuerte y todo lo puedo con tu gracia. Gracias, Señor, por bendecirme con las personas que amo, porque a través de ellas aprendo a vivir mejor.

Te agradezco por sus palabras que me levantan, por sus abrazos que me fortalecen, por su apoyo y compañía que tanto significan para mí. Te ruego, mi Dios, que derrames abundantes bendiciones no solo sobre mí, sino también sobre quienes más necesitan tu consuelo. Protégelos para que nunca pierdan la esperanza en ti y fortalécelos para que puedan salir adelante en medio de sus dificultades.

Si tú me llevas de la mano, nada me hará caer. Cuando las pruebas quieran vencerme, lucharé con tu ayuda. Solo tú, Dios bondadoso, me das seguridad, me llenas de calma en medio de la tormenta y tu paz habita en mí. Alabado seas por cada uno de los dones que has derramado sobre mi vida.

Gracias, Señor de mi ser, por el maravilloso regalo de la vida en este día. Gracias por despertarme y regalarme un nuevo amanecer lleno de retos y oportunidades para cumplir tu santa voluntad. Padre amado, bendito seas porque nunca te apartas de mí. No permitas que me venza el peso de las dificultades.

Hazme un canal de tu bendición para quienes me rodean. Que tu mandamiento de amor sea real en mí, porque deseo que mi vida esté llena de tu gracia. Concédeme la sabiduría para comprender tu verdad y reconocer que no necesito mucho para alcanzar la verdadera plenitud. Ayúdame a entender que la paz no se encuentra en lo material ni en las ideas del mundo, sino únicamente en ti.

Acompáñame en cada momento de este día y dame la capacidad de mantener una actitud positiva ante las pruebas. Enséñame a descubrir en cada dificultad la lección necesaria para seguir creciendo. Te pido por todos aquellos que han perdido el rumbo, que sienten que la vida ha perdido sentido y que viven atrapados en la desesperanza. Que ellos encuentren en ti una razón para continuar y que la luz de la resurrección ilumine sus corazones.

Recíbelos en tus brazos, Señor, y muéstrales que aunque el camino sea difícil, si caminan contigo llegarán a la recompensa gloriosa. Si caigo, tú me sostienes y me das firmeza para seguir adelante, porque en ti encuentro paz y alegría verdadera. Hoy quiero entregarte todo con confianza, sabiendo que tú lo guiarás para que todo ocurra de la mejor manera.

Hazme comprender que nadie camina solo en la vida. Enséñame a vivir según tu Palabra, a ofrecer amor y alivio a quienes lo necesiten. Que los demás puedan ver en mí un reflejo de ti y que mi vida sea un testimonio de tu presencia en el mundo. Derrama tu bendición sobre mí en este día para compartir con mis hermanos el ejemplo de tu infinito amor.