Oración de la Mañana – Martes 1 de julio de 2025
Oración de la Mañana
Querido Dios, muchas gracias por un nuevo día. Gracias por recordarme que no tengo que cargar con cada peso por mi cuenta. Así como las aves viven cada día sin miedo ni preocupación, ayúdame a confiar en que Tú estás conmigo y también estás cuidando de mí. Tu Palabra en Mateo 6:25-27 dice: “Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora a su vida?”
Enséñame a creer en esta verdad. Cuando mi mente se dispersa y mi corazón se siente cargado, recuérdame que Tú me ves y sabes lo que necesito. En el nombre de Jesús, Amén.
El Señor cumplirá Su propósito en mí; Tu amor, oh Señor, permanece para siempre. – Salmo 138:8
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Señor del cielo y de la tierra, me presento ante tu santa presencia en este nuevo día para darte infinitas gracias por este nuevo mes que comienza. Con todo mi corazón, vengo a ti al iniciar esta jornada, reconociendo tu inmensa grandeza y tu amor eterno.
Extiendes tu mano poderosa para protegerme de todo mal. Nunca me abandonas y me das la bendición de vivir cerca de ti. Tu presencia me envuelve y me renueva con fuerzas para enfrentar este día. Gracias, Señor, por permitirme abrir los ojos y contemplar la belleza de tu creación. Gracias también por la familia que me has regalado, por su amor incondicional y su constante compañía.
Gracias por llenarme de paz y serenidad, por amarme tanto, por cuidar de mí y de los que amo. Hoy confío plenamente en tus manos este nuevo día. Que nada ni nadie pueda apagar la alegría que brota en mi alma cada vez que experimento tu presencia. Te bendigo con todo mi ser porque tú eres mi Salvador, y en ti siempre encuentro esperanza. Eres fiel y cumples tus promesas con amor eterno.
Por eso mi fe permanece firme en ti. Tú diriges mis pasos y confío plenamente en que todo sucede en el momento perfecto que tú has dispuesto. Estoy seguro de que estás obrando en mi vida, aunque los resultados no siempre sean los que yo espero. Hoy deseo vivir bajo el amparo de tu gracia, lejos de todo lo que pueda robarme la verdadera alegría.
Arranca de mí la terquedad, Señor, y concédeme la virtud de la paciencia para saber esperar en tu tiempo perfecto. Estoy convencido de que escuchas mi oración y me sostendrás en todo momento. Gracias por tu infinita comprensión. Señor, dame en este día un corazón abierto para reconocer las razones por las cuales debo seguir adelante.
No permitas que la angustia ni la desesperanza me roben la paz que solo en ti puedo encontrar. Enséñame a vivir con humildad, con un corazón sencillo y fiel hacia quienes comparten conmigo el camino. Estoy dispuesto a abrir mi corazón a tu Palabra y dejarme guiar por tu voluntad. Lléname de tu fortaleza y de tu amor.
Padre lleno de bondad, gracias porque siempre me recibes con compasión y ternura. Hoy pude cumplir con todas mis tareas gracias a los dones que tú me has concedido. Perdón, Padre amado, por mis quejas, aun cuando tengo mucho más de lo que merezco, y por olvidar que solo en ti encuentro la plenitud de la vida.
Te pido que nada me aparte de la fe en ti, y que nunca pierda la confianza en tus promesas. Creo en ti, confío en ti y espero en ti con la certeza de que saldré adelante porque tú estás conmigo, ahora y siempre. Gracias, Señor, por esta nueva mañana, por tu amor constante y por la oportunidad de comenzar de nuevo bajo tu luz.
Señor, dame esperanza en este nuevo día para enfrentar cualquier dificultad, confiando siempre en el amor que me darás en este mes que empieza. Amén.