Oración de la Mañana de Hoy – Jueves 7 de Agosto de 2025
Oración de la Mañana de Hoy
Querido Dios, gracias por regalarme un nuevo día. Hay tantas cosas que haces por mí que me bendicen más de lo que puedo imaginar. Cada respiro, cada paso que doy y cada segundo de vida son un verdadero milagro de Tu amor.
Tu Palabra en el Salmo 9:1 dice:
“Te alabaré, Señor, con todo mi corazón y contaré todas tus maravillas.”
Señor, Tú eres mi todo, y no hay nada en este mundo que sea más grande que Tú. Gracias por cada bendición que me das día tras día. Tú eres fiel a Tus promesas y eres luz en medio de la oscuridad. Aunque no siempre entienda cómo estás obrando, sé que Tu bondad me acompaña siempre.
Al comenzar este día, te pido perdón por mis pecados y te ruego que me ayudes a honrarte con mi forma de vivir. No quiero dar por sentado ninguna de las bendiciones que has derramado sobre mi vida.
En el nombre de Jesús, Amén.
“Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.”
— Salmo 103:2
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Amado Dios, en este nuevo amanecer me presento ante Ti con un corazón agradecido. Gracias por el regalo de la vida y por permitirme comenzar este día bajo tu mirada llena de misericordia. Tú eres mi refugio, mi fuerza y quien me anima a seguir adelante con fe y valentía.
Señor, eres mi impulso para seguir caminando, el aliento que me ayuda a resistir las pruebas, sanar las heridas del alma y renovar mi interior. Te pido que tu Santo Espíritu me llene en este día, que me inunde con tu amor y tu paz, para que viva cada momento con propósito, fidelidad y entrega. Renuévame, Señor.
Aleja de mi vida y de la de mis seres queridos toda enfermedad y todo mal que intente dañarnos. Líbranos de las ataduras del pecado, sana nuestras heridas y restaura nuestra comunión contigo. Manifiesta tu gloria en nuestras vidas y retira de nuestro camino el temor, la desesperanza y cualquier engaño que quiera debilitarnos.
Tú eres mi roca firme, mi escudo protector. Cúbreme bajo tu manto sagrado y no permitas que me aleje de tu presencia. No quiero avanzar sin ti, Señor, porque solo tú le das sentido a mi vida. Solo tu amor llena los vacíos de mi corazón. Por eso hoy te entrego todo lo que soy, reconozco mis fallos y te pido perdón por cada tropiezo causado por mi debilidad.
Levántame con tu misericordia cada vez que caiga y dame la fuerza para mantenerme firme. Gracias por las bendiciones que a diario derramas sobre mí. Confío plenamente en tu fidelidad y en tu guía constante.
[Música] Tú eres mi proveedor, el que abre caminos de bendición y me rodea de señales de tu ternura y compasión.
Protégeme con tu preciosa sangre, Señor Jesús, y acompáñame en todo momento, especialmente cuando me sienta solo o necesite más de tu amor. Hoy te entrego este día y la vida de quienes están luchando contra enfermedades. Derrama sobre ellos tu consuelo, tu poder sanador y una esperanza renovada.
Te pido por quienes te sirven con amor y entrega, para que los bendigas, los fortalezcas y los sigas guiando. Que sus palabras sean canales de tu sabiduría y toquen corazones necesitados. Señor, que mis ojos estén siempre puestos en ti. Eres mi razón para continuar y mi luz en medio de cualquier oscuridad.
Aunque los desafíos me intimiden, confío en tu amor incondicional. Saber que estás conmigo me da seguridad, me da paz, me da propósito. Gracias por levantarme una vez más y por fortalecerme con tu Espíritu Santo. A través de tu Palabra descubro los talentos que me has dado para avanzar con firmeza.
Dios de salvación, pon en mi camino personas que sean bendición para mi vida, y hazme instrumento de tu amor para quienes me rodean. Gracias, Padre, porque hoy me das la oportunidad de empezar de nuevo, de sanar con tu luz mis heridas y de consagrarte todas las obras que realizaré. Amén.
Si me es posible, visitaré el Santísimo Sacramento, dedicando tiempo a la adoración en silencio, agradeciéndote y presentando mis súplicas con humildad.
“El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce.”