Oración de la Mañana

Querido Dios, gracias por este nuevo día. Gracias por todo lo que ya has hecho por mí. No quiero estar tan enfocado en perseguir lo que viene que me olvide de lo que estás haciendo ahora. Hay días en los que tengo tantas cosas en mente que me distraigo con lo que creo que me falta, pero hoy solo quiero decirte: gracias.

Tu Palabra en Eclesiastés 3:12 dice:
“Sé que no hay nada mejor para el ser humano que alegrarse y hacer el bien mientras viva.”
Y hoy me aferro a esta promesa, agradecido por todas las bendiciones que has derramado sobre mi vida. Estoy agradecido justo donde estoy, aunque no sea donde imaginé estar. Que la gratitud sea mi enfoque y la paz, mi actitud. No quiero perderme la alegría que ya está aquí.

Gracias por escuchar mi oración. En el nombre de Jesús, Amén.

Este es el día que ha hecho el Señor;
¡gocémonos y alegrémonos en Él!
– Salmo 118:24

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Señor de bondad, gracias por el regalo de la vida y por este nuevo amanecer. Reconozco que sin Ti nada existe, porque Tú lo eres todo, el dueño de mi humilde existencia. Gracias por permitirme abrir los ojos un día más.

Gracias por tu amor constante y por darme la oportunidad de comenzar esta jornada con esperanza y alegría. Te alabo, Señor, porque habitas en mi vida y transformas mi interior con tu poder. En los momentos difíciles, eres mi aliento y mi fortaleza. Escucha mi oración esta mañana, líbrame del mal y cúbreme con tu protección, porque tú eres justo. Sé mi roca firme, mi refugio fiel y mi salvador.

Dios amado, Tú cuidas de mí y guías cada uno de mis pasos. Das propósito a todo lo que soy, hago y deseo. Gracias por acompañar mi camino con fidelidad. Nunca me dejas solo. Dame valor para enfrentar cada prueba y fortaléceme con tu Espíritu Santo, para que nada me venza ni robe mi paz.

Sin Ti, Señor, mi vida no tiene sentido. Solo Tú puedes llenarme verdaderamente. Por eso te busco y clamo para que sacies mi sed de tu presencia. En este nuevo amanecer, te ruego que derrames tu bendición sobre quienes más necesitan de Ti. Una vez más, elevo tu nombre con gratitud, reconociendo el regalo de este nuevo día.

Gracias por tu Palabra, que es lámpara para mi camino y me orienta en tu voluntad. Sé que siempre escuchas mis súplicas, acudes a mi ayuda y me salvas del mal. Que tu amor sea la fuerza que impulse mi corazón, y que a través de mí otros también conozcan la alegría de vivir contigo.

Concédeme paciencia y sabiduría para entender que cada prueba es una oportunidad para crecer. Que en medio de las dificultades no olvide que Tú eres mi refugio fiel, mi salvador y la roca firme que sostiene mi vida. Señor, permíteme encontrarte hoy en lo simple, en lo cotidiano, y que quienes me rodean perciban tu presencia en cada gesto de amor. Que también te descubran quienes aún sueñan con un mundo mejor y luchan con esperanza viva.

Guía mis pasos, Señor, para no apartarme de tu camino, sin importar lo que enfrente. Que siempre viva conforme a tu voluntad. Gracias por este momento de paz en tu presencia, por la bendición de llegar al final del día con vida. Solo Tú, con tu inmenso amor y ternura, me enseñas el valor que tengo para Ti y el propósito de mi existencia. Que nunca me rinda.

Dios todopoderoso, inunda mi corazón con tu amor, para seguir tu camino con fidelidad. Gracias por el don de una vida renovada. Al abrirte mi corazón, recibo tantas bendiciones que fortalecen mi alma. Eres infinitamente bueno, Señor, y no sé cómo agradecerte por tanto amor y generosidad.

Gracias por esta mañana que me regalas, por el aire que respiro, la luz del día y tu amor constante. Creo con fe profunda que tu presencia me rodea y tu poder me protege hoy y siempre. Amén.