Oración de la Mañana

Amado Dios, gracias por acompañarme y sostenerme en este día. Tú eres todo para mí, y en esta noche me acerco a Ti con un corazón lleno de gratitud. Gracias por ser mi refugio seguro en medio de un mundo lleno de oscuridad. Tú eres la luz de mi vida, y te pido que esa luz ilumine mis pensamientos y emociones mientras descanso.

Bendice mi sueño con la paz que solo Tú puedes dar, una paz que restaura y renueva. Gracias por tu promesa de protección sobre mi vida. Encuentro descanso en Ti, Señor, porque cuando me siento cansado, Tú siempre renuevas mis fuerzas. Esta noche te alabo porque me has sostenido con tu gracia infinita.

Creo de todo corazón que viviré en una paz más profunda que nunca, porque sé que estoy cubierto con la sangre de Jesús. En el nombre de Jesús, Amén.

“Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, Tú eres Dios.” – Salmo 90:2

Señor misericordioso, en esta hermosa mañana me acerco a tu presencia confiado en que escuchas mi humilde oración y derramas tus bendiciones sobre mí. Padre amado, te pido que hoy derrames tu gracia para que cada paso que dé me acerque a los propósitos que has sembrado en mi corazón.

Rodea con tu amor a las personas que amo y haz que sus vidas crezcan bajo la luz de tu presencia eterna. Que tu Santo Espíritu me enseñe y me guíe, dándome sabiduría para elegir siempre lo que es justo y agradable a ti. Sopla tu Espíritu sobre mí y transfórmame con tu amor, para que pueda compartir mi fe y dar testimonio de tu bondad ante quienes me rodean.

Ayúdame a recordar siempre que el amor tiene poder para vencerlo todo, y que los lazos que nos unen son más fuertes que aquello que intenta separarnos. Cura las heridas de mi alma con tu ternura, porque reconozco que a veces me he equivocado y me he alejado de tu presencia. Fortalece mi interior para afrontar las dificultades y concédeme la gracia de apartarme de todo lo que me aleja de la verdadera alegría que solo Tú puedes darme.

Padre, mi voluntad es frágil, por eso te pido que la sostengas para que permanezca fiel en mi entrega a ti. Hoy pongo en tus manos mis preocupaciones y te ruego que ilumines mi camino con tu verdad. Confío plenamente en tu guía, sin importar las circunstancias, porque tú me das fuerza, ánimo y la certeza de que nunca camino solo.

Toma mi corazón y moldea mi vida conforme a tus planes y a tu santa voluntad. Hazme instrumento de cambio y ayúdame a trabajar por un mundo más justo, donde reine únicamente el amor que tú nos ofreces. Te suplico por todos los que hoy claman a ti, en especial por quienes se sienten perdidos y anhelan la paz que solo tú puedes dar.

Concédeme la gracia de vivir con honestidad y de disfrutar plenamente cada experiencia que me regalas en este día. Sé mi luz en los momentos de oscuridad, corrige mis pasos y guíame siempre de acuerdo con tu santa voluntad. Gracias porque en lo sencillo de cada jornada me recuerdas la bendición de compartir la vida con mi familia.

Hoy me acerco a ti con un corazón renovado y agradecido por los dones que sin merecer derramas en mi vida. A través de esta oración sencilla, quiero que mis palabras, pensamientos, acciones y todo mi ser sean un himno constante de gratitud y alabanza a ti. Haz que cada uno de mis actos refleje tu paz y que cada paso esté sostenido por la fe en tu compañía.

Gracias, Señor, porque tu presencia llena mi vida de gozo y propósito. Que tu Espíritu Santo me transforme cada día y me inspire a buscarte con mayor entrega y pasión. Padre celestial, me comprometo a cumplir tu voluntad en este nuevo día y caminar con pasos firmes hacia la santidad.