Oración de la Mañana

Amado Dios, gracias por regalarme un nuevo día. Es una bendición abrir mis ojos y contemplar todas tus maravillas. Gracias por tu amor incondicional hacia mí. Señor, ayúdame a ser una persona capaz de amar incluso a quienes me han herido.

Tu Palabra en 1 Corintios 13:13 nos enseña: “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.” Gracias, Señor, por ser el ejemplo perfecto de lo que significa el verdadero amor. Enséñame a amar a los demás como Tú lo haces.

En un mundo lleno de dolor y sufrimiento, yo elijo amar. Reconozco que a veces es difícil amar a quienes me han lastimado o han hecho mal contra mí, pero en esos momentos te pido la fuerza para elegir el amor. Que a través de esta decisión, otros puedan ver tu bondad reflejada en mi vida.

Gracias, Señor, por escuchar mi oración. En el nombre de Jesús, Amén.

“Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.” – Colosenses 3:14

Señor amado, en esta nueva mañana vengo ante Ti para glorificar Tu santo nombre. Bendito y alabado seas porque me concedes el regalo de un día más de vida. Ven, Señor, a habitar para siempre en lo profundo de mi ser, para que Tu amor se refleje en mi familia y en cada aspecto de mi vida.

Haz de mí una persona íntegra, portadora de Tu presencia y sembradora de armonía en mi hogar. Hoy abro mi corazón para que el poder de Tu Palabra lo transforme, y así acercarme cada día más a la imagen tuya que anhelo manifestar con mi vida. Gracias, Padre eterno, por Tu cuidado constante hacia mí y los míos, y por todas las bendiciones que con generosidad derramas sobre nosotros.

Gracias por tantos dones que a veces paso por alto, pero que Tú me enseñas a valorar cada día, animándome a caminar con confianza. Te ruego que obres en lo más profundo de mi alma y devuelvas la alegría que las pruebas me han robado. Dame la fortaleza que necesito para seguir adelante, aun cuando el cansancio y las dificultades quieran detenerme.

Inicio este nuevo día con el corazón abierto y disponible, confiando en Ti y entregándote cada momento de esta jornada, seguro de que Tu poder me sostendrá y me dará lo necesario para hallar la verdadera alegría a Tu lado. Permíteme vivir una experiencia de conversión auténtica y un arrepentimiento sincero, para unirme más profundamente a Ti desde ahora.

Líbrame de todo lo que me hace daño. Arranca de mí la soberbia, la pereza y la envidia, y siembra en su lugar las virtudes que solo Tú puedes dar. Enséñame a perdonar de corazón, a mantener limpio mi interior y a vivir con generosidad. Lléname de Tu paz y de Tu amor para que nada ni nadie robe la serenidad que solo viene de Ti.

Gracias por el don de la vida. No solo me has dado existir, sino que también me colmas con Tus bendiciones para que la viva con alegría. Mantén en mí el deseo de seguirte fielmente, sin anteponer lo material a Tu presencia, reconociéndote como el centro y la prioridad de todo. Te agradezco de antemano por las bendiciones que hoy derramarás sobre mí, que me ayudarán a crecer en la fe, la esperanza y el amor, y a darte gloria con mi vida.

Inicio este día bajo Tu cuidado y en el amor infinito con el que abres caminos de bendición para mí. Te alabo porque eres fiel y porque nunca me has abandonado, ni siquiera en los momentos difíciles. Gracias porque, cuando me alcanzan el cansancio y la debilidad, Tú me fortaleces y me renuevas para seguir adelante con firmeza.