Oración de la Mañana de Hoy

Gracias por Tu bondad que nunca se agota. Gracias por ser un Dios que nunca deja de obrar en mi vida y a través de ella. A veces olvido lo bueno que eres, pero hoy decido recordarlo: Tú eres mucho mejor de lo que puedo imaginar.

Tu palabra en Efesios 3:20 dice: “Y a Aquel que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos pedir o imaginar, según Su poder que actúa en nosotros.”

Oro para que mi fe crezca en el terreno fértil de Tu bondad. Quiero vivir cada día con la seguridad de que Tú estás a mi favor, y que no hay nada imposible cuando camino contigo.

Gracias por la cruz, por el amor que demostraste de una vez y para siempre, y por llamarme Tuyo.

En el nombre de Jesús, Amén.

“Fui hecho servidor de este evangelio por el don de la gracia de Dios, que me fue dado mediante el poder de Su obra.” — Efesios 3:7

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Amado Señor, en esta mañana hermosa y luminosa que me has regalado, elevo mi corazón para darte gracias por tu amor, por los favores recibidos y por la alegría que colocas en mi alma. Padre de bondad, origen de toda vida y creador del universo, gracias por este nuevo amanecer y por permitirme abrir los ojos a un nuevo día lleno de esperanza.

Gracias por darme la oportunidad de contemplar la belleza de tu creación, donde se refleja tu perfección infinita. Solo tú, con tu sabiduría eterna, pudiste formar tanta maravilla y ponerla al servicio de tus hijos.  Anhelo los tesoros celestiales que solo tú puedes ofrecer, porque junto a ti todo cobra sentido y propósito.

Gracias, mi Dios, por el regalo de una familia que me ama, y por los amigos que me acompañan con comprensión y cariño. Confío plenamente en que tu protección siempre me rodea, y que en cada prueba tu presencia será mi refugio seguro. Aun cuando me siento débil, tú me sostienes, me levantas y me susurras al corazón: “No temas, estoy contigo.”

Te ruego que me ayudes a mantenerme firme en las pruebas, porque solo en ti encuentro la fuerza para seguir adelante. Padre misericordioso, hoy elevo una oración por aquellos que atraviesan momentos difíciles, especialmente quienes no tienen empleo y luchan por sustentar a sus familias. Con tu divina providencia, abre caminos y oportunidades para que puedan avanzar con dignidad.

También intercedo por el mundo, para que toques el corazón de quienes tienen poder y los inspires a actuar con justicia, compasión y responsabilidad por el bienestar de todos. Me llena de alegría saber que tengo valor a tus ojos, y que no debo dejarme vencer por las adversidades. Te alabo, Señor, porque tú cumples tus promesas y siempre estás cerca.

Padre amado, te suplico que tu protección esté siempre conmigo. Hoy me comprometo a vivir según tu voluntad, con un corazón lleno de amor, dispuesto a servirte. Gracias por darme la oportunidad de acercarme más a ti cada día, de abrirte mi corazón y compartir contigo cada momento. En ti encuentro libertad y verdadera paz. Gracias por envolverme con tu amor infinito.

Perdona mis errores, mis dudas, y mi impaciencia. Santifícame con tu Espíritu Santo, para que mi vida sea un templo agradable a ti. Señor de mi existencia, no quiero vivir sin valorar el don de la vida. Te pido que des propósito y profundidad a cada uno de mis actos, y que tu presencia se refleje en todo lo que haga.

Te necesito, Padre Santo. No quiero rendirme ante las dificultades, ni dejar que las decepciones me hagan pensar que todo está perdido. Gracias, Señor, porque desde que llegaste a mi vida, he experimentado una transformación real. Tu amor me ha renovado, me ha hecho mejor persona y me ha dado una nueva visión de la vida.